Luz de todos los astros
martes, 8 de diciembre de 2009
domingo, 8 de noviembre de 2009
En octubre otra vez?
domingo, 18 de octubre de 2009
Una duda desnuda
Me siento afortunada de al menos, en medio de tantas confusiones que hay en el mundo, saber algo de cierto y eso que: los excesos me abruman.
Es probable que mi lógica parezca ridícula, porque eso quizá sea lo más natural y no solo en mí, sino en cualquier gente, pero me agradó despertar hoy con la claridad suficiente para notarlo.
Sucedió al poner una canción en el reproductor de Media player, que estaba programado en modo autoreversible y entonces sonaba una y otra y otra vez. Y yo que soy una melómana declarada me di cuenta de que aún cuando me gusta mucho esa canción llegué al extremo de no querer escucharla más, no por este día.
No adentraré más mi análisis conductual, pero sospecho que esa reacción se asemeja a la que he tenido en otras situaciones, con otras cosas y personas. Tal vez yo sea demasiado libre para permanecer por mucho tiempo en algo, eso sí todavía no lo sé. Espero un día de estos despertar de nuevo y poder desvelar ese misterio.
Ahora, dudas tengo millones. Una que me atormentaba era saber qué significa “puppe”. Lo escuché precisamente en la canción en cuestión: Cecilia, de Fito Páez. Pero ya averigüé la respuesta. Ahora sé que significa muñeca en alemán.
La canción es una belleza total.
domingo, 4 de octubre de 2009
Mañana me olvidarán
Pienso que la vida es muy cortita y debo hacer más, antes de que se acabe.
viernes, 2 de octubre de 2009
Dos de octubre, no se olvida
domingo, 2 de agosto de 2009
Soy una chucha cuerera.
En México, ser una chucha cuerera equivale a ser astuto, mañoso, lleno de ardides y experiencia. Es una expresión genérica que así, tal cual, se aplica tanto a hombres como a mujeres. Pero, ¿cuál es el origen de tan extraña expresión?
Todo empieza en España, en tiempos muy remotos, cuando para llamar a los perros usaban un sonido parecido a “chuch”. De ahí quedaría que los canes, también fueran conocidos como “chuchos”; y desde luego, las perras pasaron a ser “chuchas”.
Años después, en tiempos de la Colonia, en el sur de México a una perra recién parida la llamaron chucha cuerera. Lo de chucha ya está explicado y lo de cuerera, fue porque en su avidez por el alimento, estas perras se comían hasta los pedazos de cuero que encontraban en las calles. Todo con tal de poder nutrir a sus crías.
En México, ser una chucha cuerera equivale a ser astuto, mañoso, lleno de ardides y experiencia. Es una expresión genérica que así, tal cual, se aplica tanto a hombres como a mujeres. Pero, ¿cuál es el origen de tan extraña expresión?
Todo empieza en España, en tiempos muy remotos, cuando para llamar a los perros usaban un sonido parecido a “chuch”. De ahí quedaría que los canes, también fueran conocidos como “chuchos”; y desde luego, las perras pasaron a ser “chuchas”.
Hay unas coplas, del tiempo de la Colonia, que avalan la antigüedad de este concepto; ambas las encontré en “Lista de romances impresos en México durante la época colonial”, que Vicente T. Mendoza publicó en 1939. Así rezan:
En fin, la liebre ligera
También llegó de partida,
Con una chucha cuerera
Que era una perra parida.
Y en otra encontramos:
Hastas las viejas de edad
Tenían la seguridad
Que formarían la igualdad
Con las muchachas solteras
Y como chuchas cuereras
Se ven haciendo derroche
Más solo salen de noche.
Para lucir sus ojeras.
Luego, en el argot de la milicia, la expresión “chucha cuerera” se empleó para referirse a un militar cuya ansiedad para buscar al enemigo y “devorarlo”, se comparaba con la de una perra con crías en busca del ansiado alimento.Un soldado con esta vocación, debía ser: hábil, astuto, inteligente y con el valor para conseguir sus objetivos. De ahí, chucha cuerera, pasó a definir a alguien con estas características.
En la primera mitad del siglo XX, la expresión “chucha cuerera” trascendió del ámbito militar y ha quedado, en casi todo el territorio nacional, como una forma folclórica para referirnos a una persona con habilidad probada en el desempeño de alguna actividad.
viernes, 3 de abril de 2009
Estoy enamorada...
Muy enamorada de esta canción de Silvio Rodríguez (¡y de muchas otras!).
Quién fuera.
Estoy buscando una palabra
en el umbral de tu misterio
quién fuera Alibabá
quién fuera el mítico Simbad
quién fuera un poderoso sortilegio
quién fuera un encantador.
Estoy buscando una escafandra
al pie del mar de los delirios
quién fuera Jacques Coustau
quién fuera Nemo el capitán
quién fuera el batiscafo de tu abismo
quién fuera explorador.
Corazón, corazón, oscuro
corazón, corazón, con muros
corazón, que se esconde
ay! corazón, que está dónde
corazón, corazón en fuga
herido de dudas de amor.
Estoy buscando melodías
para tener como llamarte
quién fuera ruiseñor
quién fuera Lennon y Mccartney
sin toda la Violeta, Chico Buarque
quién fuera tu trovador.
Corazón, corazón, oscuro
corazón, corazón, con muros
corazón, que se esconde
ay! corazón, que está dónde
corazón, corazón, en fuga
herido de dudas de amor.
miércoles, 1 de abril de 2009
Una tarde de abril
Hoy es el día 1 del mes. De nuevo abril, como hace un año.
Recuerdo que la última vez que fue abril el tiempo se me pasó volando, ni me enteré cuándo de repente ya era mayo, pero ahora creo que es distinto.
Es curioso pensar que el tiempo tiene distintas dimensiones, relativas al confort que uno siente mientras transcurre, por eso yo creo que no es así, sino que cada quien decide cuánto sufrirlo o disfrutarlo.
Este abril es diferente a los demás, porque apenas me di cuenta de que la felicidad está ahí cada día para todos, como la luz del sol. Y yo he decidido bañarme de ella.