Luz de todos los astros

Un paseo por el universo personal de quien observa la existencia desde un rincón del planeta.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Rehabiliten su programación!

Soñé padrísimo!!!
Algo que se hará realidad, estoy segura.
Primero, en el sueño, me encontré con una colega a quien estimo muchísimo y que es muy buena persona, quien me dio una muy buena noticia.
Luego reflexioné sobre unos tuits de Katia D’artigues, en relación al Teletón, pues ella decía que es bueno para cubrir sólo una parte del tratamiento a personas con discapacidad: la rehabilitación.
Como ya sabemos, no solo de pan se vive y tampoco es suficiente la terapia para apoyar el desarrollo físico de los discapacitados, porque ellos no son únicamente cuerpos, también tienen necesidades de integración, de aceptación, de pertenencia. Por supuesto que tienen necesidades económicas y requieren muchas veces ir a escuelas que les permitan prepararse, cuyas instalaciones estén en condiciones aptas para el ingreso de sus sillas de ruedas, otros aparatos ortopédicos o que cuenten con sistema de enseñanza para sordomudos, débiles visuales, etcétera.
Las personas con discapacidad merecen todo mi respeto.
Estoy consciente de las dificultades que enfrentan cada día, porque mucha gente como yo, que goza de buena salud y facultades mentales (aceptablemente) funcionales, además de no tener limitaciones por la carencia de un miembro o de un sentido, continuamente sufre por no encontrar trabajo y otras situaciones que generan desigualdad social, ellos aún más.
Lo más interesante del sueño fue despertar con una reflexión sobre cuánto está haciendo la empresa organizadora del Teletón para integrar a los niños y niñas discapacitadas al mundo real, si es claro que su programación excluye por completo a esa población, excepto por el noticiario de Lolita Ayala, que coloca un recuadro para una personas que traduce las noticias que ella da, al leguaje sordomudo. Fuera de eso, las telenovelas, programas de entretenimiento y deportes, reproducen los estereotipos tradicionales del “cuerpo perfecto”.
Eso es en cuanto a imagen… y ni qué decir de cultura.
Es crítico que en las tramas de sus programas se dé tan mal tratamiento a los temas de discapacidad, pues si acaso los consideran en producciones de bajo costo como “La Rosa de Guadalupe” –que sí, he tenido incidentalmente la oportunidad de ver cuando voy a la lavandería porque es lo que ven las encargadas- solo genera desinformación, refuerza tabús y sigue colocando a los discapacitados, así como los temas relativos a su problemática, al margen del resto de nosotros.
Además eso aplica para cualquier otra causa constructiva que pretenda generar un entorno justo, verdaderamente democrático e igualitario, donde todos y todas recibamos el respeto que merecemos por ser personas.
Lo más grave de todo es que presente además abominaciones como los programas de Laura Bozo, que no es el único en que los conductores carecen por completo de sensibilidad y responsabilidad en el manejo de su lenguaje, para generar esa integración de los discapacitados, e insisto, del resto de las personas que no encajamos en los estándares de estética impuestos en la pantalla.
Aún así, Katia Dartigues logró contagiarme lo que dijo en el último tuit que publicó al respecto. Decía que el que quiera donar al Teletón, que lo haga, pero que no crea que ya con eso cumplió con su parte, sino que además debe contribuir a deshacer todos esos estereotipos que la televisora está fortaleciendo y que también sería bueno saber si, además de dinero –que no es suyo, sino de los donadores- esa empresa está ofreciendo algo más para ayudar a los discapacitados y sus familias. Valdría la pena saber si les están dando trabajo detrás de cámaras –porque claro que al frente no se ven-, si sus instalaciones están adecuadas para que puedan desplazarse quienes usen auxiliares ortopédicos y lo más importante, si están dispuestos a cambiar la historia dejando de ocultarlos, de invisibilizarlos e ignorarlos, excluyéndolos de sus contenidos, excepto cuando es para recaudar dinero.
Ah y también en el sueño conocí a un chico, entre otras cosas…