Uno de mis primeros pensamientos hoy al despertar fue
escribir un libro. Eso no es novedad, porque lo tenía decidido, creo, desde los
12 años o algo así. Lo que tuvo de magnífico ese sueño fue que por fin pude
tener una idea clara de qué contenido quiero que tenga mi libro.
Anteriormente pensé en varios temas, pero los fui
descartando porque no quisiera que mi primer libro fuera a generar un referente
equivocado de mi como escritora. Es decir, podría hacer un libro sobre política
y democracia, de hecho me encantaría, pero no me gustaría que se me encasillara
en ese tipo de género.
Así que no diré de qué se va a tratar mi primer libro, pero
ya tengo una luz y estoy muy prendida.
Otra cosa que pensé, en consecuencia de esa claridad de
ideas, es esta frase: “El tiempo es un maestro caprichoso. A veces tarda, pero
siempre nos da enseñanza”.