Me siento feliz porque me fue notificada mi ratificación
como consejera electoral ciudadana para el distrito Cuatro del Instituto
Nacional electoral de Tamaulipas.
Indiscutiblemente el momento histórico en México hace
relevante la oportunidad de representar a la sociedad civil en las actividades
que se encaminen a la transformación democrática. Por eso me siento
privilegiada, pero también comprometida.
El 20 de noviembre instalaremos el Consejo distrital y ya
empecé a leer y analizar los documentos que, en su caso, aprobaremos.
Esa es una de las partes pesadas. Esta vez llegaron 14
anexos, que incluyen un reglamento de 37 páginas y un listado inacabable de
informes sobre los acuerdos del Consejo General entre marzo y noviembre, sobre
los cuales he estado al pendiente en su momento (pues van desde aspectos técnicos
relativos a las juntas ejecutivas, hasta la incorporación de tres nuevos
partidos políticos: Morena, Encuentro Social y Partido Humanista).
Yo, igual que otros cinco consejeros ciudadanos, fui
designada en el año 2011 para desempeñar el cargo por dos periodos de
elecciones federales: 2012 y 2015. Ahora entraré en funciones de nuevo y vendrá
el compromiso de vigilar que la organización de las votaciones se desarrolle
con irrestricto apego a los principios de objetividad, imparcialidad, certeza,
legalidad e independencia, y si eso implica que lea interminables textos ¡así
será!
