¿Cómo que ya basta de sangre?
¿Cuánta es bastante?
Y qué sencillo puntar con el dedo a quien por fin hace algo – quizá no bien hecho y ni siquiera, lo mejor, pero hace algo- por combatir al monstruo que muchos, con pequeñas o grandes contribuciones hemos fortalecido.
A muchos se nos hizo cómodo comprar mercancía pirata, gasolina de contrabando, alcohol fuera de horario o, cuando menos, acceder a una “mordida” para eludir una infracción de tránsito.
¿Quién de nosotros no ha sido cómplice de conocidos, vecinos o parientes involucrados en actividades ilícitas, al sabelo y no denunciarlo?
Ah sí, pues la cobardía se excusa en el discurso retórico que aduce una falta de garantías sobre la seguridad, todos le temen a pagar con su vida la valentía.
No existen esos mexicanos que al grito de guerra apresten el acero y el bridón. Los últimos valientes murieron el 1910.
Luz de todos los astros
Un paseo por el universo personal de quien observa la existencia desde un rincón del planeta.
jueves, 10 de marzo de 2011
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