Luz de todos los astros

Un paseo por el universo personal de quien observa la existencia desde un rincón del planeta.

domingo, 10 de agosto de 2014

Tic tac

Empieza la cuenta regresiva para volver oficialmente al ajetreo de todos los días, el fin de las vacaciones y el inicio de las clases…
Me preguntaba hace unos minutos si ya descansé suficiente en esta pausa de verano, pero en realidad, mi respuesta es que nunca será suficiente.
Si bien estas semanas de levantarme un poco más tarde me ayudan a recuperar calidad de vida y que me sienta mejor en mi rendimiento del día, lo cierto es que el solo hecho de pensar en volver a las prisas y la rutina de mandar los críos a la escuela, el estrés de los horarios, los lonches, las tareas, los encargos de la papelería, uniformes y de más, ya me canso.
Aún así considero que esto es parte de la vida, si no lo tuviera mi vida quizá estaría incompleta. Esta es una etapa, como lo fue aquella de pañales y biberones, la que he dejado muy atrás y que ya no me agobia pero a veces (muy pocas) añoro.
Pienso qué hare cuando mis hijos sean mayores e independientes. Supongo que me sobrará el tiempo para hacer pasteles y tantas otras cosas que me gustan. Lo único que espero es no volverme como esas personas que detesto porque, a falta de asuntos interesantes en su vida, no paran de meterse en las ajenas.
Gracias al cielo estoy muy ocupada con mi familia, así que no tengo tiempo para andar jodiendo a los demás.
Y a propósito de tiempo, ya que traigo un poco de batería extra por las vacaciones, hoy me propondré terminar un texto pendiente de la entrevista que entregaría como trabajo final del Taller de periodismo cultural que tomé hace unas semanas. Está decidido.