Luz de todos los astros

Un paseo por el universo personal de quien observa la existencia desde un rincón del planeta.

domingo, 23 de diciembre de 2018

Cada día es una vida

A últimas fechas siento que la vida nos enseña a apreciarla cada día y hasta cada noche. Hoy, por ejemplo desperté satisfecha de dormir 8 horas seguidas, sin interrupciones, ni siquiera en la madrugada desperté para ir al baño, mi nariz está descongestionada, no como otras veces que una cosa u otra no me dejan dormir, así que me sentí muy agradecida por haber tenido una noche espléndida, pero también de tener un día nuevo y completo para vivir. Es domingo, estoy libre del trabajo ¿qué más puedo pedir? Si acaso, un café con pan, que es lo que me apetece ahora. Hace poco pensé en cómo la gente siempre pensamos que tenemos la vida garantizada y que vamos a estar aquí mañana, si ni siquiera lo sabemos de cierto, por eso ahora pienso: Cada día es una vida, naces al amanecer, mueres al ir a dormir y, si eres afortunado, mañana volverás a renacer.

Malos escritores

Malos escritores se han hecho grandes por una inmensidad de lectores conformistas. Por nada aceptaré que un mal escritor gobierne mis sentidos. Por nada leeré libros mal redactados.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Estúpido Blogger

A veces te odio.

La música amansa a las fieras

Hoy es miércoles, ya son las cinco de la tarde, pero desde hace un rato empecé a escuchar un playlist con canciones de ¡Tin-Tán! Aunque parezca raro, no es lo que acostumbro escuchar, pero entré por casualidad a ver uno de sus videos* y siguió la reproducción automática de los otros, así empezó un video con una colección de boleros interpretados por ese comediante, que para ser sincera, me sacó muchas risas en la infancia con sus películas.
Pues resulta que me sonó bastante bien, hasta siento que es una música relajante, ya que yo andaba muy acelerada por cosas del trabajo, pero ya me empecé a tranquilizar y a sentir más animada. La verdad es que traía mucha ansiedad (y aparte... empecé con reflujo y acidez, ¡no lo puedo creer! Hace varios días también estuve así, hasta puse la leche de magnesia en el escritorio de mi computadora y ahí me la pasaba a puras cucharadas. Qué patético -pienso eso de mí misma-, justo ayer quité la botella y la guardé en otra parte, y ahora tengo que regresarla porque de nuevo me pegan agruras…).
Pues bien, esta experiencia me comprueba que no por nada se dice que la música amansa a las fieras.