Luz de todos los astros

Un paseo por el universo personal de quien observa la existencia desde un rincón del planeta.

lunes, 24 de marzo de 2008

La hoguera de mis vanidades

Lo que escribí en la primera entrada que dejé en este blog es algo que sostengo: la vanidad no es mala, lo malo es tenerla y no reconocerla.

Ahora quiero añadir que tampoco es malo reconocer la vanidad, si se tienen argumentos para justificarla.

Esta noche mi vanidad se inflamó y no me puedo abstener de presumir el motivo. Es que un chico de Argentina me contactó por MSN con la dirección de correo electrónico que publiqué en mi blog de la “Europrueba”, entonces aquí dejo la conversación que sostuvimos durante unos minutos (el nickname de Transparente es el mío).

Transparente says:

quién eres?

nela: la minguita tinguitela! says:

hola!!!

nela: la minguita tinguitela! says:

estaba leyendo tu blog!!

nela: la minguita tinguitela! says:

tu descripcion de tu aventura en españa

nela: la minguita tinguitela! says:

te cuento!

nela: la minguita tinguitela! says:

estudio comunicaciones sociales

nela: la minguita tinguitela! says:

en argentina , salta .-

nela: la minguita tinguitela! says:

este 3 de mayo viajo para madrid. y de una manera u otra llegue a leer tu pagina .. ...

nela: la minguita tinguitela! says:

fantastica!.. realmente exelente diccion para la redaccion y el desarrollo de la pagina tanto como los hechos que vas describiendo!

nela: la minguita tinguitela! says:

muy bueno!

Transparente says:

gracias por lo que dices, es algo que aprecio verdaderamente

nela: la minguita tinguitela! says:

hace cuanto realizaste el viaje?

Transparente says:

4 meses

Transparente says:

y tu a qué irás?

nela: la minguita tinguitela! says:

a trabajar . dejo la facultad por un tiempo..

nela: la minguita tinguitela! says:

pero la verdad me has inspirado para crear un blog para mantener a mi gente informada

nela: la minguita tinguitela! says:

sobre todo lo que vivo.. con fotografias, descripciones etc. la verdad es una exelente idea

Transparente says:

pues me alegra saber que te haya gustado e inspirado

nela: la minguita tinguitela! says:

mil gracias.. fue realemten grato tu lectura. / las descripciones claras sencillas de los eventos , por mas fortuitos dejan clara la expresion de aventura,

nela: la minguita tinguitela! says:

impecable... el verdadero diario de viajero

Transparente says:

hombre, no tengo más palabras que decirte, solo gracias

nela: la minguita tinguitela! says:

aqui es un poco mas de la una de la madrugada, asi qe me marcho a dormir

nela: la minguita tinguitela! says:

gracias a vos tambien!

nela: la minguita tinguitela! says:

nos vemos y un gusto!

nela: la minguita tinguitela! says:

ivan es mi nombre...

nela: la minguita tinguitela! says:

estaremos encontrandonos! un abrazo! y un verdaddero gusto charlar con vos!

Transparente says:

claro, platicaremos después, que descanses. El gusto ha sido mío y seguiré aquí a tus órdenes

nela: la minguita tinguitela! says:

un abrazo...


De todo esto, lo más satisfactorio es que después de cuatro meses, mi proyecto aún reverbera.

viernes, 14 de marzo de 2008

Rodando por el mundo camino, camino, pregunto a la quimera el enigma del destino.

Soy afortunada. Cuando me pasa algo aparentemente malo, me resulta definitivamente muy bueno.

Mi carro se descompuso hace una semana y he tendido que andar a pie, en peseras y de “ride”. Es un fastidio, sí. Al principio me encabroné y anduve muy mal ondeada, pero me sirvió para recordar que los apegos no me valen, que me atan y además, que uno subsiste sin todo eso a lo que estúpidamente se vuelve dependiente.

martes, 11 de marzo de 2008

Nuevo miembro en la familia (Mabe) de triques inservibles.

Para seguir con la tónica doméstica de este blog, hoy hablaré de mi estufa.

Ella se ha sumado a la lista de cachivaches que ya andan en las últimas en mi casa.

Ah! Es que se me pasó escribir un post cuando se quemó la tele de mi cuarto. Chale… eso sí fue una tragedia.

Pero en fin. La estufa … ay ya se me olvidó. Bye.

domingo, 9 de marzo de 2008

Los domingos no respondo por mi aspecto (ni por mi higiene).

“Si es cuestión de confesar, nunca duermo antes de diez ni me baño los domingos”. Así dice Shakira en su canción “Inevitable”, no lo digo yo, pero a veces coinciden nuestras circunstancias.

Yo habitualmente me baño, pero los domingos se me juntan varias cosas y bueno, acabo dejando mi arreglo personal para cuando se pueda.

Es que con los niños en casa, tener que trabajar y además hacer los pendientes (o sea, las labores que se me quedan pendientes del sábado, que es mi día de “descanso”, porque como es evidente, un día no es suficiente para acabar de lavar ropa, limpiar la casa, ir al súper, cocinar, etcétera) tengo suerte si puedo cepillarme los dientes.

Como hoy. Resultó que me fui corriendo casi a las tres en punto, para alcanzar a entregar a tiempo mi budget (una especie de “corte” o inventario, presupuesto informativo, un pinche avance, pues!) antes que mi jefe inmediato empiece a desesperarse.

Entonces, salí muy oronda y me subí al carro, y ya en camino me di cuenta que no había pasado un peine por mi cabeza en todo el día, que traía las dos colitas de caballo que me hice desde la noche anterior, ya bastante alborotadas… (justo ahorita me acordé un piropo muy gracioso que me dijo un chico, hace tiempo, cuando le pregunté si le gustaban mis dos colitas y me contestó “me gustan tus tres colitas”).

Lo peor no fue eso.

Andaba en chanclas.

No, no era cualquier par de chanclas, de hecho ¡ni siquiera eran par! Una negra y otra dorada, pero coincidían en algo: ambas eran para el pie izquierdo.

Lamentablemente no tenía tiempo para regresar a la casa a cambiarme pues, mi impuntualidad turba el funcionamiento de los mecanismos productivos de mi trabajo y más turba la psique del subdirector editorial, así que me fui y al llegar al periódico, no se si fue buena o mala suerte, pero estaba cerrado.

sábado, 8 de marzo de 2008

Las penas con pan son buenas.

¡Y las ideas también!

jueves, 6 de marzo de 2008

Caldo de pollo para el cerebro.

El otro día salí del trabajo a eso de las seis y me fui a la casa. Fue algo atípico, ya que por lo general me voy directo hacia la casa de mi suegra, por mis hijos.

Esa vez decidí hacer una escala y entré como hipnotizada a mi cuarto, me tumbé en la cama y dormí, dormí y dormí un par de horas.

Qué ejercicio tan egositamente misericordioso.

Si no fuera por ese tipo de escapes, me cae que llegaría al manicomio mucho antes de lo que está pronosticado.