Soy afortunada. Cuando me pasa algo aparentemente malo, me resulta definitivamente muy bueno.
Mi carro se descompuso hace una semana y he tendido que andar a pie, en peseras y de “ride”. Es un fastidio, sí. Al principio me encabroné y anduve muy mal ondeada, pero me sirvió para recordar que los apegos no me valen, que me atan y además, que uno subsiste sin todo eso a lo que estúpidamente se vuelve dependiente.Luz de todos los astros
Un paseo por el universo personal de quien observa la existencia desde un rincón del planeta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario