Luz de todos los astros

Un paseo por el universo personal de quien observa la existencia desde un rincón del planeta.

viernes, 9 de mayo de 2014

Pasaporte a la corrupción

Qué mal está el sistema de citas para tramitar el pasaporte mexicano en la oficina de enlace de la Secretaría de Relaciones Exteriores en Matamoros.
Al rededor de la oficina rondan jóvenes que ofrecen agilizar el turno de atención por un costo de 50 pesos, aunque este servicio debería estar al acceso del público de manera gratuita, el problema es que la página de internet está inaccesible y vía telefónica tarda semanas en otorgarse.
La dificutad que puedan tener los usuarios para accede a una computadora o la falta de conocimiento sobre el procedimiento de solicitud de citas hace que cientos de personas cada día prefieran desembolsar las cantidades que los autonombrados “asesores” piden para conseguir la citas.
De hecho, bien sabido es que la calle Primera desde Constitución hasta Alelíes (que es donde se ubica el Consulado General de Estados Unidos) está poblada de locales donde se ofrecen servicios que van desde copias y fotografías, hasta servicios que ofrecen efectuar el trámite completo de pasaporte y la visa láser, por costos a partir de 300 pesos por persona.
Caminar por ese tramo permite comprobar que hay toda una industria de la que se sostienen las empresas ya especializadas en el llenado de formularios y solicitudes para obtener los mencionados documentos, misma que a la vez genera ingresos para sus promotores, sin que ninguna autoridad lo impida.
Lo que pasa es que, bajo el marco de la ley, esos empleados no venden los servicios que deben ser gratuitos en la oficina de Relaciones Exteriores ni en el Consulado, sino que se ofrecen como facilitadores de los mismos, a cambio de una compensación.
Hasta ahí parece que todo estuviera en orden y fuese legal, pero lo sospechoso es cómo los ciudadanos comunes y normales no podemos acceder a las citas y en cambio ellos aseguran que pueden acelerar el tiempo de espera para que nos atiendan.
Para ser más clara, hoy acudí al edificio que se encuentra frente al parquet Olímpico para intentar conseguir una cita, así que en la ventanilla me dijero que llamara al número telefónico que se indica en la hoja, ya que el sistema de internet ha estado fallando. Al salir de ahí una mujer me entregó un volante con información sobre los requisitos para el pasaporte y me ofreció sacarme una cita rápida por 100 pesos, con fotografías incluidas.
Me dijo que ella tiene convenio con una licenciada que trabaja en esa oficina y es quien puede adelantar las citas. Incluso agregó que arreglar con ella es mucho mejor porque vía telefónica los turnos tardan hasta tres meses.  
Parece muy evidente que el personal maneja las citas mediante ese tipo de acuerdos y eso sí representa una falta, porque se está aprovechando un cargo público para lucrar trámites gubernamentales.

Es muy lamentable y por lo pronto yo sigo sin cita. No me importaría haber pagado los 50 pesos, pero lo que no me gusta es alimentar la ilegalidad, así que seguiré intentando y tal vez me toque esperar meses, pero aparte de negarme a participar en esa cadena de corrupción y de considerar que a través de este texto puede que las autoridades competentes puedan enterarse y poner fin a este tipo de abusos, espero que otras personas conozcan la historia y no sean sorprendidas.

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