Siento añoranza por los walkmans y reproductores de
discos compactos, que a finales del siglo pasado fueron tan buenos compañeros
para mí.
Hoy por la mañana traté de recordar si aún conservo los
casets de Santa Sabina, porque entré a un grupo de fans en Facebook y muchos
están compartiendo fotos de sus fetiches de esa banda y quizá sea lo poco que yo conserve.
Pensé que si tengo casets estaría bien tener un aparato
para tocarlos, porque ya quedaron en desuso, desde que las computadoras y el
internet nos permiten acceder a tanta música con tan poco esfuerzo.
Me dan ganas de empaparme de música, de sentirla en todo mi
ser. La disfruto tanto que puedo perderme en ella.
Hace un rato escuché rolas de Soda Stereo y luego de
Gustavo Cerati en solista y fue estupendo. Luego una presentación en vivo de
Fito Páez con Cerati y Charly García ¡una explosión! ¡Una locura!
Es un tipo de placer tan grande y extasiante, que
quisiera compartirlo pero con alguien que se conecte de la misma manera que yo.
Si pasara la noche con un buen amante de la música,
alguien que sepa apreciar cada nota de cada instrumento, las melodías, las
armonías, los coros, las letras… Tendríamos mucho de qué conversar hasta el
amanecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario