Yo imagino que cada día que inicia es como una hoja de papel que nos es obsequiada. Cada quien hace lo que quiera con la suya. Algunos solo acumulan hojas en blanco, otros se dedican a crear algo, un barquito de papel, un avión de papel o un vaso de papel. Hasta hay quienes pueden hacer obras de arte con él.
Yo escribo historias sobre mi hoja. Pienso que cada día es una nueva historia, otra oportunidad para aprovechar este regalo, para renacer.
Y por cierto, también hay quienes usan su hoja para limpiarse el trasero con ella...
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